"Se han sorteado 506 millones de rublos en Ruskoye loto. Es el mayor premio de lotería de toda la historia de Rusia", dice la página web de la lotería.
No obstante, los usuarios de las redes y hasta los médicos psicoterapeutas, por su parte, lanzaron una advertencia al fortuito ganador y a todos aquellos que se hagan con una riqueza imprevista tan grande.
"Un premio inesperado afecta psíquicamente a la persona. Es difícil decir cómo lo llevará el ganador, puesto que todavía no se sabe nada de él", comentó a Sputnik el profesor asociado del Instituto de Psicoanálisis de Moscú, Vladímir Fainzilberg.
El médico añadió que "aparecerán muchas personas, que deseen compartir el premio con el ganador".
Es imposible pronosticar cómo será el destino del nuevo millonario pero muchos afortunados anteriores se quedaron sin un duro, según una compilación hecha por el portal ruso Life.
Cuando el dinero no te lleva a la felicidad
En 2009, un residente de la región de San Petersburgo de 36 años ganó 100 millones de rublos (más de 1,5 millones de dólares) en la lotería Gosloto.
El ganador gastó rápidamente —en dos años— todo el dinero en varios apartamentos en el centro de San Petersburgo, un automóvil Lexus y un terreno en la región sureña de Krasnodar. Además regaló 12 millones a sus familiares. Al final resultó que le debía al Estado 4,5 millones de rublos en concepto de impuestos por el premio que no había pagado.
Otro estadounidense, oriundo de Texas, ganó 31 millones de dólares en 1997. Compró casas y automóviles a todos sus parientes, hizo donaciones de caridad. Pero en los meses siguientes, el proceso de compra se convirtió en un vicio. Billy compró otra casa, después otra incluso más grande y dos autos más. El 'afortunado' se quedó sin dinero en menos de dos años. La lotería le provocó un enorme estrés a Billy y, finalmente, terminó suicidándose.
Durante los pocos meses que fue millonario, transfirió grandes sumas a las autoridades locales. Más tarde, el ganador confesó haber entendido que no hay límite para la avaricia humana y recomendó a los demás que no regalaran el dinero a nadie, porque "cuanto más dinero uno da a los otros, más quieren obtener de él".