Las autoridades de la comunidad autónoma española de Cataluña planean celebrar el 1 de octubre un referéndum sobre su independencia, que el Gobierno de España no reconoce.
El Tribunal Constitucional de España suspendió la vigencia de todos los documentos de votación aprobados por la Generalitat (ejecutivo regional) y el Parlamento de Cataluña, por lo que toda la actividad relacionada con los preparativos del plebiscito resulta ilegal.
Según las encuestas, un 41% de los catalanes apoya la independencia, mientras que un 49% está en contra.
El 80% de los catalanes abogan por celebrar un referéndum sobre el estatus de la comunidad autónoma, pero la mayoría de ellos defiende que esta votación debe transcurrir de modo concertado con el Gobierno de España.