Mientras en algunos países como Estados Unidos se viralizan las situaciones incómodas por las que pasan algunas mujeres que amamantan en público, en otros, más acostumbrados a esa práctica, puede suceder lo contrario. En el sureste de Brasil, un bistró de la ciudad de Vila Velha, en el estado costeño de Espírito Santo, sus propietarios apostaron a un simbólico gesto de empatía.
Un afiche posicionado en la entrada del establecimiento invita a las madres a entrar únicamente para amamantar a sus bebés, sin el compromiso de que tengan que consumir algo de la casa. Es más, las que se animan reciben un té natural gratis con estimulantes para la producción de leche materna.
Compartida en el Facebook del establecimiento, al cabo de un par de días la invitación repercutió en la prensa. Los propietarios de Pancakes on the beach (Panqueques en la playa), una familia con dos hijos, siendo una bebé lactante, se convirtieron rápidamente en celebridades.
La casa de panqueques cerca de la playa es ahora una referencia no solo del público local, sino también de los turistas. Debido a la viralización de la iniciativa solidaria con la lactancia, una familia que viaja por Brasil en una van y dicta talleres sobre crianza se dirigió hasta el lugar.
Con la mirada atenta a las necesidades del público con niños y tras la repercusión del gesto de empatía hacia la lactancia, el establecimiento también se vio colmado en su propuesta de talleres de culinaria para los más pequeños.
En 2014, una encuesta llevada a cabo con más de 13.000 mujeres en nueve países apuntó que amamantar en público representa una incomodidad sobre todo para las chinas y las francesas. Por otro lado, las inglesas, estadounidenses, brasileñas, mexicanas y alemanas son, respectivamente, las que más consideran el acto como algo "perfectamente natural".
