Entre los países latinoamericanos que se destacan en el fútbol internacional, Uruguay es el que más colecciona títulos en la Copa América: 15. Cuando compite y no llega a la gloria, tampoco la hace fácil la Celeste al adversario que la encare. A esa perseverancia y al sudor que dedican hasta el último minuto de un partido, le llaman la "garra charrúa", en referencia a la resistencia de la población indígena diezmada en el territorio cisplatino.
Aprovechando esa característica de la identidad nacional, el proyecto de ONU Mujeres para empoderar a las mujeres a través del deporte que genera pasión mundial lanzó la campaña 'La garra charrúa no tiene género'.
"La práctica deportiva es un ámbito donde se reflejan los estereotipos y los modelos de la sociedad. Justamente poder intervenir allí, en valores, en educación y en igualdad, nos pareció una propuesta muy importante para avanzar hacia una sociedad más justa, particularmente en Uruguay donde el fútbol forma parte de la identidad nacional", expresó en un comunicado oficial Magdalena Furtado, representante de ONU Mujeres en el país del delantero Luis Suárez.
Este año, la Copa ONU Mujeres cuenta además con el apoyo del Banco de Desarrollo para América Latina, y pretende incidir en más de 137.000 jugadores, de ambos sexos, entre los integrantes de las organizaciones nacionales de fútbol infantil y del interior, además de nuevos integrantes. Más allá de promover la participación femenina en el deporte, el proyecto capacita a los entrenadores y equipos técnicos con perspectiva de género.