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"La mayoría de las docentes somos mujeres, sobre todo en [los niveles] inicial y primaria. Es histórico. (…) Se pone siempre al docente un rol muy maternal, de reemplazar a la madre adentro del aula durante mucho tiempo. Muchos chicos de repente se confunden y nos dicen ‘mamá'. A mí me pasa hasta en secundaria. Tiene que ver con un rol social que le dieron siempre a la docencia", consideró a Sputnik Vanesa Gagliardi, docente de biología, química y física en Buenos Aires.
El ajuste docente es un ajuste sobre las mujeres: somos 8 de cada 10 de los/as trabajadores/as del sector educativo!
— Economía Feminista (@EcoFeminita) March 6, 2017
Además, Gagliardi remarcó que los educadores construyen vínculos con los estudiantes en el que muchas veces terminan realmente cumpliendo determinados roles familiares de una gran cantidad de adolescentes. "Tenemos en promedio entre 20 y 30 alumnos, cada uno con sus particularidades", agregó. Por otro lado, la docente destacó que la enseñanza implica una cantidad de horas de trabajo no remunerado, que hace la labor todavía más "pesada" para las mujeres.
"Implica llegar a nuestra casa y hacernos cargo de todos los otros roles que nos son asignados socialmente en el hogar, mantener la casa, mantener los hijos, limpiar, lavar, cocinar, ir al supermercado. La verdad es que para las mujeres docentes es muy pesado en muchos aspectos porque, además, gran parte de nuestro trabajo lo hacemos en nuestra casa, sacándole horas de la vida personal, horas no remuneradas. Nadie nos reconoce la cantidad de horas que trabajamos", lamentó.
Según Gagliardi, quien también es secretaria gremial de la Asociación de Enseñanza Media y Superior (Ademys) de Buenos Aires, cada docente dedica un promedio de tres horas diarias a tareas como preparar las clases, el material pedagógico y reuniones con los padres, hacer registros documentales, y corregir los exámenes de los estudiantes, entre otras.
Para la dirigente sindical, este 8 de marzo surge de "una oleada del movimiento de mujeres muy importante a nivel internacional" en el que se está mostrando a la sociedad "todas las problemáticas de opresión social y laboral".
De acuerdo con Gagliardi, Ademys se suma al paro femenino global de 24 horas para poner en evidencia la violencia, los feminicidios y las brechas salariales, entre otros factores de la desigualdad de género en el mundo. "Por todas estas cosas nos vamos a parar en conjunto con los otros países", concluyó.