El escritor aseguró que ve "síntomas preocupantes" que derivan de la "situación difícil" de esta comunidad de hispanohablantes en Estados Unidos, aunque ha resaltado que el español es "una lengua invulnerable que ha demostrado que no va a encogerse".
"Es un idioma clarísimamente en expansión", apuntó el Nobel, aunque añadió que conviene "ayudar, defender y promover" los idiomas "cuando se enfrentan a algún peligro".
Tanto las instituciones como los Estados que representan "a esta enorme comunidad" de hispanohablantes deberían "movilizarse" cuando "hay un peligro como el que se cierne sobre esta lengua".
"Afortunadamente, los idiomas se defienden solos, pero es muy bueno que reciban en determinado momento apoyo, porque eso les da mayor fortaleza, solidez y garantiza su expansión", concluyó.