Los manifestantes expresaron su rechazo al polémico decreto migratorio del presidente, así como a la construcción de un muro en la frontera entre EEUU y México.
El mandatario estadounidense firmó el 27 de enero el decreto para "Proteger a la nación de la entrada de terroristas extranjeros a EEUU" (Protecting the Nation From Foreign Terrorist Entry Into the United States, en inglés), el cual suspende la admisión de refugiados al país norteamericano por 120 días, prohíbe indefinidamente la acogida de refugiados sirios y endurece las reglas de entrada con el fin de impedir la infiltración de terroristas.
Además, el decreto prohíbe por 90 días la entrada en EEUU a los ciudadanos de siete países de población mayoritariamente musulmana: Irak, Irán, Siria, Sudán, Yemen, Libia y Somalia.