Alguna vez le pidieron a Kelly Slater, el mejor surfista del mundo, que definiera este deporte y su respuesta fue: "Es como la mafia; una vez que estás dentro ya no puedes salir". Cualquiera que lo haya practicado sabe que estas palabras están en lo cierto. A continuación presentamos algunos de los mejores lugares en América Latina para saciar esa sed de bailar sobre el mar.
Chicama
El sueño de todo surfista es recorrer durante el mayor tiempo posible una ola. Ese deseo puede convertirse en realidad en Perú. Ubicada a unos 30 kilómetros al norte de la ciudad de Trujillo y a casi 600 de Lima, esta localidad peruana es conocida por tener una de las olas más largas del mundo. Aquí uno puede surfear una ola a lo largo de más de 2 kilómetros. Por eso si tomas más de una, recuerda tener cambio para la vuelta en bus.
Arica
Esta ola al norte de Chile es famosa por tener un tubo perfecto para surfear. Sin embargo, se puede llegar a pagar un alto precio por desplazarse en su interior, y es que ‘el gringo', como se conoce a esta ola por haber sido surfeada por primera vez por un estadounidense en los años 70, se forma en los roqueríos y no en una playa de arena. Por eso hay que estar atentos, el más mínimo error y el gringo puede provocar serias lesiones.
Puerto Escondido
Esta ciudad mexicana del estado de Oaxaca, a unos 800 kilómetros al sureste de la Ciudad de México, alberga la ola conocida como Zicatela o ‘Pipeline' mexicano, en honor a la mítica ola hawaiana, pues se trata de una de las más poderosas del mundo. Su altura y peligrosidad atraen a surfistas de todo el planeta.
Pavones
Aquí, en Costa Rica, a 400 kilómetros al sur de la ciudad capital de San José, se encuentra otro de los paraísos de largas olas en el mundo. Algunas de ellas pueden ser recorridas por hasta unos 3 minutos. Pero no es solo su longitud lo que atrae a los surfistas, sino que es una ola con mucha fuerza y exigente, no apta para principiantes.