A la hora de hospedarse en War Hostel, el dueño del hostal, Arijan Kurbasic, que se hace llamar Zero One, entrega a sus huéspedes cascos y chalecos antibalas, informa el portal Yahoo News.
Este extraño nombre es el código de identificación, que fue utilizado por su padre cuando el último servía en el Ejército de Bosnia y Herzegovina durante la guerra.
Aquí los turistas duermen en el suelo encima de un colchón en habitaciones iluminadas con tan solo una bombilla y con paredes empapeladas con periódicos que describen los horrores del conflicto armado.
“Este hostal te hace experimentar las emociones que están detrás de aquellos eventos. Yo puedo leer un libro pero la información escapa de la mente inmediatamente. Pero cuando vengo aquí veo que la gente está hablando de sus experiencias, lo que las convierte en algo real”, dijo Andrew Burns, de 21 años, unos de los huéspedes de Estados Unidos.
“Al pasar una o dos noches aquí viviendo de tal modo, las personas cambian sus puntos de vista respecto a la vida, puesto que empiezan a apreciar el agua, el confort, la cama, y otras cosas que tienen ahora”, enfatizó Zero One por su parte.