En El Salvador, Honduras, Guatemala y México, entre 2012 y 2014, se registraron 1.688 agresiones a mujeres ambientalistas o defensoras de los derechos humanos. Entre esos años por poco se duplican los casos, pasaron de 414 a 762, un 45,7% más, según cálculos de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de los Derechos Humanos (IM-Defensoras), un espacio que brinda protección a las mujeres de diferentes movimientos sociales.
"Las cifras hablan por sí mismas. Las mujeres rurales tienen otras visiones sobre los procesos de crecimiento industrial, sobre las visiones mercantilistas y capitalistas. Ellas defienden el territorio, la vida y los recursos naturales y por eso son las más agredidas en la región mesoamericana", dijo a Sputnik Ofre Castillo, coordinadora de la IM-Defensoras.
Estas incansables defensoras del medio ambiente y los derechos humanos deben soportar maltratos en tres niveles distintos. "Primero por ser mujer. Luego por vivir en zonas rurales, y por último por defender sus territorio. Para ellas la vulnerabilidad y la discriminación se multiplican exponencialmente. Es importante tener esto en cuenta para poder prestar servicio a estas mujeres que tanto aportan a la defensa de los derechos humanos", aseguró Puentes.
"Tenemos que reconocer el aporte de las mujeres rurales, protegerlas de la violencia del Estado y los proyectos transnacionales que afectan su entorno. Hay que agradecerles su defensa de la vida porque defienden un bien que afecta a toda la humanidad. Ellas son las que están en la primera línea librando la batalla por la vida de todas y todos", expresó Castillo.