Isabel, doctora en filosofía, es de origen suramericano. Se desconoce su lugar exacto de procedencia debido a que la pareja ha pedido respetar su privacidad. "No es por pudor sino miedo a los prejuicios", dijo Federica, italiana, a La Stampa.
"No nos interesa la celebridad, queremos vivir serenamente nuestro amor y encontrar un nuevo trabajo".
Isabel, por su parte, afirmó al medio italiano que "salimos del convento, pero no dejamos la Iglesia y no nos olvidamos de la fe".
"La que se celebró hoy fue una ceremonia simple pero muy sentida por la pareja. Decidieron anticipar el casamiento para evitar el clamor mediático y respetar la reserva. Y por otra parte en el municipio tampoco queremos publicidad", declaró Salvai citado por El País de Uruguay.
"Fue una fiesta para ellas, estoy feliz de haberlas ayudado a cumplir ese deseo", concluyó el al alcalde.
Según informan varios medios, posterior al registro civil se llevó una ceremonia religiosa oficiada por el padre Franco Barbero, suspendido por el Vaticano en 2003 por apoyar el amor entre los miembros de la comunidad LGBT dentro del catolicismo.