"Empecé a subir a los tejados en el séptimo u octavo grado. En esa época no tenía una cámara, mucho menos un teléfono con cámara", dice Nikolau al hablar de sus inicios en el 'roofing'.
"En 2013 entré en contacto con personas que compartían mi manera de pensar, quienes empezaron a tomarme fotos en los techos. Más adelante, adquirí una pequeña cámara y empecé a poner mis fotografías en Instagram".
La 'roofer' también habló de cómo ella y sus amigos tienen que burlar a las cámaras de seguridad, a los guardias y a los sistemas de alarmas, pues no tienen permiso oficial para subir a los techos.
"Suelo ir con mis amigos y no tenemos ninguna clase de seguridad", explicó Angela.
Desde los cuatro años la joven ha practicado gimnasia artística. "Este entrenamiento me ha ayudado mucho en mi vida y por supuesto también a la hora de escalar y subir a los techos".
"Al principio tenía miedo, pero ahora estoy acostumbrada y no siento miedo, aunque recientemente junto a Ivan Kuznetsov, mi novio, subimos a la construcción más alta del mundo, localizada en China, que tiene una altura de 640 metros. Tuve que estar en el techo por 5 o 10 minutos para acostumbrarme a la nueva altura, antes de subir al punto más alto", reveló la intrépida muchacha.
Mientras que los padres de Angela no están en contra del 'hobby' de la joven, esperan que no se convierta en el objetivo principal de la deportista.
"Sin embargo, a mis abuelos les digo que es Photoshop, para que no se preocupen demasiado", bromea la joven.