El Gobierno de la ciudad asumió el control de las instalaciones y se hizo cargo de todas las operaciones relacionadas al espacio verde a través de la creación de una Unidad de Proyectos Especiales (UPE), formada por especialistas de diversas áreas. Los 188 empleados pasarán a la administración porteña y, en principio, seguirán cumpliendo funciones en el ecoparque, según publicó el diario La Nación.
La idea es que en el ecoparque permanezcan entre 50 y 100 ejemplares. Los primeros animales en ser trasladados serán las aves, e irían a la Reserva Ecológica de Costanera Sur. Al traslado de las especies se le sumará la interrupción de los procesos de reproducción. El lugar también se convertirá en una clínica donde se atenderán a los animales que fueron víctimas del tráfico ilegal. La intención es que se recuperen allí y luego sean liberados en sus hábitats naturales.