El Ministerio de Cultura no es competente para prohibir ni permitir el concierto de Conchita Wurst, la controvertida ganadora de Eurovisión 2014, percibida negativamente en Rusia, declaró hoy el titular del organismo, Vladimir Medínski.
“Al Ministerio de Cultura no le incumbe dar ningún tipo de permiso o prohibición. Los conciertos se regulan de la misma manera que cualquier otra actividad empresarial en Rusia”, dijo.
Subrayó, que solo bajo un régimen totalitario un ministerio de cultura puede prohibir algo.
La victoria del travesti austriaco Thomas Neuwirth, quien usó el seudónimo de Conchita Wurst, causó una reacción ambigua en Rusia.
Los activistas gay la aplaudieron diciendo que “eliminó los prejuicios hacia la comunidad LGBT” rusa, mientras que algunos políticos destacaron que la visita de Wurst a Rusia era inadmisible.
La iglesia ortodoxa la consideró parte de la ofensiva que Occidente ha lanzado contra los valores tradicionales de Rusia.