El cardenal Keith O'Brien, quien abandonó el pasado 25 de febrero la posición de arzobispo de Saint Andrews en Edimburgo, Escocia, pidió el domingo perdón por su conducta sexual del pasado tras admitir que no siempre fue apropiada a su condición de sacerdote.
“Hubo ocasiones en que mi conducta sexual cayó por debajo de los estándares que se esperaban de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal”, reconoció O’Brien en una declaración difundida por la Iglesia Católica de Escocia.
El ex arzobispo de Saint Andrews, hasta hace poco el mayor jerarca de la Iglesia Católica en el Reino Unido, pidió perdón a aquellos que había ofendido. “También me disculpo ante la Iglesia Católica y ante el pueblo de Escocia”, agregó.
La renuncia de O’Brien, de 74 años, se produjo poco después de que tres curas y un exsacerdote le acusaran de haber cometido “actos inapropiados” en la década de 1980. Formalmente, el cardenal dimitió por motivos de edad y hace una semana aún rechazaba estas acusaciones. Planeaba dejar el arzobispado este marzo, tras cumplir 75 años, pero el entonces papa Benedicto XVI decidió que la renuncia fuera inmediata.
El cardenal anunció que pasará el resto de su vida en retiro sin desempeñar ningún papel en la vida pública de la Iglesia Católica de Escocia.
La dimisión de O’Brien deja al Reino Unido sin representación en el cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI.
