"La decisión de EEUU de abandonar el Tratado de Cielos Abiertos da pena, sin duda alguna, afectará gravemente no solo el sistema de control sobre las actividades militares sino también el sistema de seguridad internacional", dijo Zas.
La OTSC estima que esta iniciativa tiene impacto negativo tanto en la confianza entre los Estados como en el "nivel de transparencia en el continente europeo", mientras el Tratado garantiza esta transparencia, así como la previsibilidad con respecto al control de armas.
"Esperamos que en los seis meses que quedan el Gobierno estadounidense pueda revisar su decisión y de ese modo contribuya significativamente al fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad tanto europea como mundial", subrayó Zas.
La retirada de Washington se completaría dentro de seis meses, aunque Trump no descartó revisar su decisión si Moscú comienza a cumplir el pacto. Rusia rechazó con firmeza las acusaciones de EEUU.
El Tratado de Cielos Abiertos, suscrito en 1992 en Helsinki, permite a observadores militares realizar vuelos desarmados de vigilancia aérea para obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
Ese documento, en vigor desde 2002, cuenta actualmente con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.