Se precisa que solo esta semana, se filtraron 450 direcciones de correo electrónico y contraseñas de la OMS, sin contar miles de otras en áreas relacionadas con la lucha contra el coronavirus.
La filtración no pone en peligro el sistema de la organización, ya que es información relativamente desactualizada. Sin embargo, este ataque cibernético afectó negativamente la seguridad de la red externa, la que aún utilizan socios y ex empleados de la OMS.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud califica como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 detectado en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A lo largo del mundo, se han detectado más de 2,6 millones de casos de infección por el nuevo patógeno, incluidos más de 188.000 decesos, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.