"Los servicios de inteligencia extranjeros realizan trabajos encaminados a detectar las debilidades de la infraestructura informática rusa para llevar a cabo ciberataques masivos", afirmó Pátrushev en una reunión dedicada a la seguridad en el Distrito Federal de Siberia y celebrada en la ciudad rusa de Omsk.
Subrayó que los objetivos principales de estos posibles ataques son "los objetos de infraestructuras informáticas críticas" de Rusia, lo que representa "una verdadera amenaza para la seguridad nacional".
En lo que va del año, han sido detectados más de 1,7 millones de casos de "interferencia perjudicial en los recursos informativos de las autoridades del Distrito Federal de Siberia", agregó Pátrushev.
En agosto, Andréi Klímov, vicepresidente del Comité del Senado para los asuntos internacionales, afirmó que a Estados Unidos corresponde más de la mitad de los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS, por sus siglas en inglés) lanzados contra Rusia.
En junio de 2019, el Centro de Gestión de Ciberincidentes de Rusia indicó a EEUU como la fuente principal de los ataques cibernéticos a las infraestructuras del país.
Por su parte, los países occidentales han atribuido a Rusia interferencia en las elecciones presidenciales de EEUU en 2016, en los comicios de otros países como Francia o Alemania, en el referéndum del Brexit, así como ciberataques contra instituciones internacionales como la OPAQ o la WADA.
Las autoridades rusas rechazan estas acusaciones señalando su carácter infundado.