"El Gobierno de España condena firmemente la decisión", reza un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
La cancillería española considera que la vuelta a las armas "constituye una flagrante violación del Acuerdo de Paz de 2016" y afirma que "en ningún caso la violencia constituye una vía legítima para la defensa de las ideas políticas".
El comunicado recuerda que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, manifestó en agosto de 2018 durante una visita a Colombia su "su firme apoyo al proceso de paz" y a los "esfuerzos" tanto gubernamentales como civiles para "acabar con la violencia".
Del mismo modo, España manifestó su "plena confianza en los mecanismos previstos en el Acuerdo para la plena reincorporación a la vida civil y política de los excombatientes de las FARC".
Madrid considera que la vuelta a las armas por parte de un grupo de excombatientes de las FARC "no puede poner en cuestión el gran logro colectivo que para la sociedad colombiana supuso poner fin a más de cincuenta años de conflicto armado".
La antigua guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) firmó el acuerdo final de paz con el Gobierno en noviembre de 2016, tras lo cual sus integrantes dejaron las armas e iniciaron un proceso de reincorporación a la vida civil a mediados de 2017, por el cual varios de ellos optaron por la política.
Desde la firma del acuerdo hasta el pasado mes de junio fueron asesinados 135 excombatientes de la guerrilla, más de 20 en el primer semestre de este año.