"No hemos tenido la posibilidad de hablar en detalle con la tripulación y creo que sería prematuro por nuestra parte afirmar que se produjo un ataque", dijo a Sputnik el portavoz de la naviera, Pat Adamson.
Señaló que "en los medios hay mucha especulación" sobre si lo ocurrido se debe a un ataque.
Adamson corroboró que los 23 tripulantes del Front Altair fueron rescatados, 11 de ellos rusos, un georgiano y 11 filipinos.
"Todos fueron evacuados (...) Están fuera de peligro", señaló.
Además, Frontline descartó que haya signos de contaminación tras la explosión a bordo del buque Front Altair.
"Por supuesto, estamos realizando una investigación. El barco aún está ardiendo, pese a algunos informes, el barco no se ha hundido, no hay signos de contaminación", dijo Adamson.
Según la agencia IRNA, los equipos de salvamento de Irán rescataron a 44 marineros de los buques petroleros Front Altair, contratado por la empresa taiwanesa CPC, y Kokuka Courageous, fletado por la compañía japonesa Kokuka Sangyo.
El ministro de Exteriores de Irán, Yavad Zarif, calificó de sospechoso el ataque a los dos petroleros relacionados con Japón y es que, dijo, se produce en momentos en que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, mantenía conversaciones con el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí, en Teherán.
El suceso es el segundo que se produce en la región en 30 días.
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El 12 de mayo un barco de Emiratos Árabes, otro de Noruega y dos de Arabia Saudí fueron blanco de sabotajes en aguas emiratíes.