Antes tomaron la misma medida las autoridades del Reino Unido, Etiopía, Malasia, Omán, Australia, Singapur, Vietnam, China, Indonesia y Mongolia.
La empresa Boeing emitió un comunicado en que dijo "entender que los reguladores y clientes tomaran las decisiones que consideran como más apropiadas para sus mercados internos".
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La compañía señaló que continuará cooperando con ellos "para que tengan confianza" en sus flotas, pero a la vez apuntó que de momento no tiene "base para emitir una nueva guía para los operadores".
La aeronave se estrelló cerca de Bishoftu, a unos 47 kilómetros de la capital etíope, todos sus ocupantes murieron.
Fue el segundo accidente de un Boeing 737 MAX 8 ocurrido en los últimos meses, después de que un avión de la aerolínea indonesia Lion Air cayera en el mar de Java el 29 de octubre. Tampoco hubo supervivientes en aquel siniestro.