"En la mañana del 9 de marzo, durante un control de equipaje a la entrada de la terminal D del aeropuerto Sheremétievo de Moscú, fue detectado un objeto parecido a un proyectil de lanzaminas. Los técnicos expertos en desactivación de explosivos llamados al lugar confirmaron que efectivamente era una mina con una espoleta, sin sustancia explosiva dentro pero sí con rastros de la misma en el casco", declaró una fuente de la Cancillería.
El propietario de la maleta —un empleado de la Embajada estadounidense que, según se supo, regresaba después de terminada su comisión de servicio en Rusia— dijo que había adquirido el proyectil para su "colección privada".
"Puesto que perdió el avión, como resultado, le ayudaron a cambiar el billete y a las 14:35 (11:35 GMT) salió sin problemas a Nueva York. Sin su mina", agregó la fuente.
El ente diplomático calificó el suceso como "provocación en una instalación de transporte de Rusia", habida cuenta de que el empleado "guarda relación directas con las fuerzas armadas de EEUU".
"Al parecer, EEUU trata de probar la seguridad de Rusia no solo desde fuera, con regulares incursiones de buques y aviones de combate cerca de nuestra fronteras, sino también desde dentro, utilizando a empleados de su embajada", comentó la fuente.