A juicio de Hutschenreuter, lo más serio de este tipo de incidentes es que "esto nos hace ver que no hay una evolución favorable en las relaciones entre Kiev y Moscú, de manera que todo sería un problema".
Este 25 de noviembre, tres barcos militares ucranianos se acercaron a la franja que separa la península rusa de Crimea de la parte continental del país. Los navíos desobedecieron la orden de alto de la guardia costera y ante tal violación, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia arrestó las embarcaciones junto a su tripulación.
"Esta situación deja en evidencia que la zona desde el Báltico hasta el mar Negro es un escenario potencial de querellas militares, de hecho, hay tres escenarios de eventuales choques: la zona misma del Báltico, el este de Ucrania y el mar Negro. Lo que se traduce en una especie de probeta estratégica cada vez más militarizada", afirmó Hutschenreuter.
A criterio del analista, "el incidente también podría ser funcional para continuar con los procesos de acumulación militar de la OTAN que considera esta zona como un eventual problema y responsabiliza de ello a Rusia".
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Además, Hutschenreuter mencionó que el hecho de que el parlamento de Ucrania votó para modificar la constitución e incluir un curso político favorable hacia la OTAN y Europa.
"Otra vez, Ucrania insiste en este tema y yo creo que en razón de su ubicación geopolítica cualquier movimiento que haga con tratar de dirigirse a estas estructuras, va a implicar consecuencias militares por parte de Rusia", aclaró el especialista.
Después del incidente, el Parlamento ucraniano aprobó la ley marcial por 30 días a partir del 26 de noviembre en las zonas situadas a lo largo de la frontera rusa, del sector de Transnistria de la frontera entre Ucrania y Moldavia y también a lo largo de la costa de los mares Negro y de Azov.
En tanto, Poroshenko y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, acordaron convocar una reunión extraordinaria, pero hasta la fecha la OTAN no ha dado ninguna muestra de estar interesada en aflojar la presión sobre Rusia.
"El grado de acumulación militar que lleva la OTAN desde el Báltico hasta el mar Negro es cada vez mayor, y lo mismo hace Rusia de manera que en esa situación de competencia y desconfianza es muy difícil. Cualquier movimiento que haga Ucrania en la zona implicará una respuesta categórica por parte de Moscú", concluyó Hutschenreuter.
