"Los ataques dirigidos intencionalmente contra los establecimientos médicos y el personal, los asesinatos y daños deliberados a los enfermos y heridos pueden constituir crímenes de guerra", dijo el alto comisario para los derechos humanos, Zeid Raad Hussein, citado en el comunicado.
En el periodo del 1 de mayo de 2017 al 1 de mayo de 2018, el Acnudh registró en Libia 36 casos de ataques contra hospitales, médicos y pacientes aunque la organización admite que la cifra real es probablemente más grande.
"Esos ataques son una gran violación de la ley internacional y un trágico menosprecio a nuestra humanidad común (…) Esto debe terminar", condenó los ataques Ghassan Salamé, enviado especial del secretario general de la ONU para Libia.
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Según un informe publicado por el Acnudh y la misión de apoyo de la ONU en Libia, la violencia en ese país es devastadora para el sistema de sanidad.
En uno de los casos citados un combatiente amenazó a un médico con pistola exigiéndole que resucitara a su madre.
El Acnudh recordó en su comunicado que conforme a la ley humanitaria internacional es necesario garantizar la seguridad del personal médico y los hospitales, así como el transporte médico durante los conflictos armados.