"Hemos concluido que las relaciones de Oriente y Occidente van por el camino de las tensiones, pienso que es necesario romper este círculo de escalada", dijo Greminger después de reunirse con el vicepresidente de la Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso), Piotr Tolstói.
Al reunirse con el vicepresidente de la Duma rusa Greminger examinó varios asuntos de derechos humanos.
En particular, abordaron el bloqueo de las elecciones presidenciales rusas en Ucrania y los problemas de educación de la población rusohablante de Ucrania y Letonia.
"Hemos tratado temas sobre la educación en Letonia y Ucrania en idioma ruso, las elecciones presidenciales, la actividad de la oficina para Institutos Democráticos y Derechos humanos de la OSCE y la imposibilidad para los ciudadanos rusos de votar en Ucrania", comunicó Tolstói a los periodistas.
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El diputado, declaró que la parte rusa "de manera firme" explicó la necesidad de mantener un diálogo.
El 2 de abril, Letonia oficializó la eliminación gradual de las lenguas minoritarias en la escuela secundaria.
A finales de marzo pasado, el Ministerio de Exteriores ruso condenó esa iniciativa, al afirmar que se enmarca en una política discriminatoria para la asimilación forzosa de los rusohablantes, que representan más de un tercio de la población de Letonia.
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Mientras, una ley de educación que restringe el uso de idiomas de las minorías étnicas en el sector educativo y se implementará gradualmente hasta el año 2020, entró en vigor en Ucrania el 28 de septiembre de 2017.
El día de las elecciones, la policía ucraniana no dejó entrar a los rusos en las legaciones diplomáticas nacionales ubicadas en Kiev, Odesa, Járkov y Leópolis, para votar en las presidenciales.
El Ministerio del Interior ucraniano justificó sus acciones como un medio de protesta por la votación en Crimea y Sebastopol.
A su vez, la Cancillería rusa calificó las acciones del Gobierno ucraniano de descaradas e ilegales y señaló que contradicen la Convención para los Derechos Humanos.
