"Fueron prevenidos 24 atentados", dijo.
El fiscal general ruso agregó que las medidas preventivas permitieron durante 2017 reducir en 16% el número de crímenes terroristas.
Chaika señaló que en 2017 "fueron prevenidos 1.500 crímenes extremistas (un 5 por ciento más que en 2016), relacionados generalmente con los llamamientos a atentar contra la integridad territorial del país, el orden público y la seguridad".
El año pasado en Rusia fueron perpetrados dos ataques terroristas, ambos en la ciudad de San Petersburgo.
El 27 de diciembre en un supermercado en el norte de la ciudad se detonó una bomba cargada de metralla y con una potencia equivalente a 200 gramos de TNT.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de atentado la explosión que dejó 13 heridos.
El 3 de abril un atentado suicida que tuvo lugar en un tren del metro de San Petersburgo, provocó la muerte de 16 personas, entre ellos el terrorista, y más de 60 heridos.
Agregó que el número de los ciudadanos rusos que buscan engrosar las filas terroristas en Siria disminuyó en el año pasado debido a los éxitos en la lucha antiterrorista en el país árabe.
"La eliminación de los grupos terroristas en Siria redujo el número de los ciudadanos rusos que intentan incorporarse a las filas de las organizaciones terroristas internacionales", dijo el funcionario.
El mismo mes el Estado Mayor General ruso anunció que el Ejército de Rusia durante la operación antiterrorista en Siria abatió a unos 60.000 miembros de Daesh (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países), entre ellos al menos 2.800 oriundos Rusia.
El país árabe vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
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Rusia lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en Siria a solicitud del presidente Bashar Asad, y en diciembre de 2017 el Ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, consiguió liberar todos los territorios controlados antes por Daesh.
Destrucción del arsenal químico ruso
Una veintena de empresas fantasmas desviaron 1.500 millones de rublos (26 millones de dólares) del presupuesto para la destrucción de las armas químicas rusas.
"En octubre de 2017 fue abierto un expediente penal contra 20 organizaciones fantasmas por la malversación de 1.500 millones de rublos de los 4.000 millones que se destinaron para el programa de destrucción del arsenal químico", dijo el fiscal general Yuri Chaika.
A finales de septiembre de 2017 el país destruyó su último kilogramo de sustancia tóxica cumpliendo así la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas.
El proceso fue confirmado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Tras el colapso de la Unión Soviética, Rusia heredó unas 40.000 toneladas de armas tóxicas, que era el mayor arsenal del mundo en cuanto a volumen.
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Intentos de injerirse en asuntos internos de Rusia
Yuri Chaika también destacó la necesidad de reaccionar de manera firme a los intentos de intromisión en los asuntos internos de Rusia desde el extranjero en vísperas de las elecciones.
"Los intentos de las instituciones extranjeras, cuya actividad fue reconocida como indeseable, deben encontrar una reacción firme", dijo.
El vicejefe del Gobierno ruso aseveró entonces que Rusia cuenta con todos los "instrumentos necesarios" para contrarrestar una eventual interferencia en sus elecciones y "defender sus instituciones, sus derechos".
Rusia celebrará los comicios presidenciales el próximo 18 de marzo.
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