El medio reportó que los carceleros exigían el incremento de las medidas de seguridad en el centro penitenciario, ubicado al sur de París, para lo cual bloquearon la entrada del penal.
El 18 de enero trascendió que 123 reclusos de Fleury-Mérogis se rebelaron, negándose a volver a sus celdas luego de que les redujesen el tiempo al aire libre.
Con el fin de sofocar la revuelta fueron llamadas unidades de las fuerzas especiales Eris, responsables de dar solución a este tipo de conflictos en los centros penitenciarios.
A consecuencia del incidente no hubo víctimas.
En el transcurso de la semana Francia se ha visto sacudida por múltiples protestas de empleados carcelarios que exigen mayor seguridad en los penales.
Los sindicatos llamaron a manifestarse en contra de la impunidad absoluta y la falta de atención del Gobierno respecto a las normas de reclusión de personas condenadas por extremismo.
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Anterirmente tres guardias de la cárcel de Vendin-le-Vieil, en el departamento Pas-de-Calais, resultaron heridos tras el ataque de un preso que cumplía condena por su participación en el atentado terrorista perpetrado en 2002 contra una sinagoga en Túnez.
