Los documentos indican que la CIA y los oficiales militares y miembros de la Administración del presidente Dwight D. Eisenhower no solo sabían que la Unión Soviética estaba planeando lanzar el Sputnik, sino que también conocían la supuesta fecha de su puesta en órbita: a finales de 1957.
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Antes del lanzamiento del satélite, la CIA había emitido dos Estimaciones de Inteligencia Nacional que incluían posibles plazos para lo que entonces se llamaba un "vehículo satélite de tierra". En diciembre de 1955, se predijo que los soviéticos podrían lanzar uno para 1958. En marzo de 1957, unos seis meses antes del lanzamiento, otra estimación de inteligencia dijo que Moscú era capaz de poner un satélite en órbita antes de que terminara aquel año.
"Además de los argumentos científicos convincentes que se han propuesto en apoyo del desarrollo de los satélites terrestres, no cabe duda de que la nación que primero lance con éxito un satélite terrestre y, por tanto, introduzca la era de los viajes espaciales, obtendrá un prestigio y reconocimiento internacional incalculable", escribió Dulles en enero de 1955.