"La sección antiterrorista de la fiscalía enseguida abrió una investigación", declaró Castaner.
Hacia las 6.30, un individuo armado de cuchillo se acercó por la espalda a un militar y empezó a amenazarle, según algunas fuentes, haciendo mención de Alá, pero según otras, del autoproclamado Estado Islámico (Daesh, proscrito en Rusia y otros países).
El uniformado no tardó en reducirlo y no hubo que lamentar heridos.
"No sabemos cuáles eran las intenciones del agresor", dijo en una entrevista con la emisora Europa 1 la ministra de las Fuerzas Armadas, Florence Parly.
La ministra añadió que este nuevo ataque justifica por completo el objetivo que se persigue "hacer que este dispositivo sea más impredecible e indetectables para los potenciales agresores".
Fue el séptimo ataque contra efectivos de la operación de vigilancia antiterrorista que se puso en marcha a principio de 2015.
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El anterior tuvo lugar el 9 de agosto en Levallois Perret, donde un individuo sin antecedentes de radicalización atropelló a un grupo de militares causando seis heridos.