La semana pasada Australia extremó los controles de seguridad en todos los aeropuertos por investigación del supuesto complot terrorista que, según las autoridades, tenía como objetivo detonar una bomba a bordo de un avión.
"El jefe de Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (Duncan Lewis) recomendó bajar el grado de amenaza aérea hasta el nivel de la semana pasada", dijo Turnbull.
Recordó que las medidas de seguridad fueron reforzadas la semana pasada por la investigación del supuesto complot terrorista contra un vuelo internacional.
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Sin embargo, el primer ministro subrayó que la amenaza sigue existiendo y se está haciendo más complicada.