"Australia respalda las medidas que están siendo tomadas en la región, las cuales son una respuesta necesaria a la amenaza planteada por el comportamiento de Corea del Norte y sus políticas", dice el texto, firmado por el primer ministro Malcolm Turnbull y las ministras Julie Bishop, de Exteriores, y Marise Payne, de Defensa.
El texto subraya que "el régimen norcoreano tiene toda la responsabilidad de la escalada de tensiones en la región".
Corea del Norte anunció haber ensayado el 28 de julio un misil balístico intercontinental Hwasong-14 que, según la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA), voló unos 998 kilómetros, alcanzando una altitud máxima de 3.724,9 kilómetros, y cayó en el mar del Japón unos 47 minutos después del lanzamiento.
Mientras, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que se trataba de un misil de alcance medio que viajó 732 kilómetros, elevándose a un máximo de 681 kilómetros, y cayó en la parte central del mar del Japón.
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Tras ese último lanzamiento, Corea del Sur y Estados Unidos llevaron a cabo ejercicios conjuntos con misiles balísticos, en una demostración de fuerza militar.
Con el ensayo del 28 de julio, se eleva a 11 el número total de pruebas de misiles balísticos que Corea del Norte realizó en lo que va de año, incluyendo dos lanzamientos fallidos en abril.
En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos similares, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.