"Las deficiencias de la política migratoria y de las medidas para la adaptación social de los inmigrantes constituyen un factor que favorece la propagación de los ánimos extremistas", dijo Pátrushev al intervenir en el encuentro.
"Las nuevas tecnologías son usadas para coordinar ataques terroristas y reclutar nuevos miembros para las estructuras radicales", enfatizó.
Según constató Pátrushev, en casi el mundo entero se observa la tendencia a la formación de comunidades étnicas cerradas en las que a menudo actúan grupos del crimen organizado.
"Estos grupos se dedican a los robos, fraudes, asaltos, tráfico ilegal de armas y drogas y llegan a manejar empresas", aclaró al apuntar que gran parte de los ingresos de esta actividad ilegal va destinado a la financiación del extremismo y terrorismo.
Para hacer frente al problema, sugirió, implicar a la sociedad civil en los esfuerzos del Estado, ante todo en las tareas de prevención.
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La reunión antecede a la cumbre de los líderes de los BRICS que acogerá la ciudad china de Xiamen a principios de septiembre.
Las cinco potencias emergentes representan el 42% de la población mundial y cuentan con un 27% del PIB global.
