Los medios informaron con anterioridad que en los grandes almacenes se estaba evacuando a la gente, y decenas de personas salían corriendo; los testigos afirmaban haber escuchado una detonación.
Se afirmó además que los organismos de seguridad detuvieron en el centro comercial a un hombre sospechoso.
La noche del 22 de mayo, poco después de que terminara un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, tuvo lugar una explosión en el estadio Manchester Arena.
Según la administración, la detonación se produjo fuera del recinto, cuando los espectadores estaban abandonando el espectáculo.
El ataque dejó al menos 22 muertos y 59 heridos, al menos seis adolescentes, un adulto y una niña de 8 años siguen desaparecidos.