Tres de los imputados fueron sentenciados a cadena perpetua, y los demás pasarán de 3 a 10 años en prisión.
La retirada de nacionalidad es un castigo que las autoridades de Bahréin aplican con frecuencia a opositores chiíes, a los que acusan de ejercer la violencia contra agentes del orden.
En junio de 2016, esta monarquía insular del golfo Pérsico despojó de nacionalidad a un eminente teológo chií, jeque Isa Ahmed Qasim, tras haberle imputado el delito de blanqueo de capitales.
Lea más: Reino Unido podría quitarle la nacionalidad británica a la primera dama de Siria
El veredicto contra Qasim, líder espiritual del grupo opositor Al Wefaq disuelto antes por las autoridades, provocó gran descontento de la mayoría chií y dio origen a protestas en el reino gobernado por una dinastía suní.