Habibi destacó durante una reunión en el Parlamento afgano que algunos funcionarios de los organismos de seguridad y de los servicios secretos no realizaron su labor de forma efectiva.
El pasado 8 de marzo un terrorista suicida detonó una carga de explosivos en la entrada al hospital Sardar Mohammad Daud Khan, un centro militar de 400 camas que se encuentra en el norte de Kabul, mientras que otros tres, disfrazados de médicos, irrumpían en el recinto para iniciar un tiroteo que se prolongó por varias horas.
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El ataque fue reclamado por Daesh —grupo terrorista autodenominado Estado Islámico y proscrito en Rusia— que procura desde 2015 realizar operaciones activas en Afganistán y Pakistán, países que aspira a incluir en una provincia de su "califato", la llamada Wilayat Khorasan.