"Se desarticuló un grupo criminal que transformaba armas civiles en armamento de guerra", indicó el FSB en un comunicado.
En una operación simultánea llevada a cabo en las provincias de Kaluga, Briansk y Moscú los agentes del FSB allanaron cuatro talleres clandestinos en los que los criminales manipulaban las armas.
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"Se decomisaron tres ametralladoras de aviones, 56 pistolas, más de un centenar de piezas para armas de tiro, 15 kilos de explosivos, 10 granadas, dos minas, dos silenciadores y más de 3.700 municiones", precisó la institución.