La mayoría de los detenidos (920) son supuestos seguidores del teólogo musulmán Fethullah Gulen a quien Ankara acusa de haber orquestado el fallido golpe de Estado del 15 de julio.
Ankara llama a los partidarios de Gulen "organización terrorista de Fethullah" (FETÖ) o "Estado paralelo" y destaca que un total de 45 de estos supuestos seguidores ingresaron en prisión preventiva.
Otros arrestados incluyen a militantes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) —386 de los que 45 pasaron a disposición judicial— y 12 miembros de Daesh.
El autoproclamado Estado Islámico, o Daesh, es una organización designada terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU y proscrita en numerosos países, entre ellos Rusia.
En cuanto al PKK, que fue fundado en la década de 1970 como un partido de extrema izquierda y durante décadas luchó con las armas por una autonomía kurda, se considera como organización terrorista en Turquía, y en tres de los cinco países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad —EEUU, Francia y Reino Unido— pero no en China y Rusia.
La formación también está proscrita en la UE aunque un tribunal europeo ordenó retirarla de la lista negra.