"No pienso demostrar aquí por qué se trata de una mentira… Hemos visto intentos de presentar pruebas sacadas de la manga", dijo.
El ministro añadió que "ya se desmarcan de ello los británicos y sus colegas de EEUU que trataron de hacer una jugada sucia a la nueva Administración".
"Recuerden a sus lectores que estos casos, que fueron revelados y se confirman con hechos no fueron notados por los que gritan basándose en mentiras sobre la amenaza cibernética que representa Rusia", dijo en una rueda de prensa anual.
La Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA), la Oficina Federal de Investigación (FBI) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) presentaron el 6 de enero un informe en el que acusan a Rusia de haber intentado influir en las elecciones presidenciales estadounidenses del 8 de noviembre a través de ataque cibernéticos y medios de comunicación.
A este respecto, el presidente ruso Vladímir Putin puntualizó que las filtraciones que se hicieron tras los supuestos hackeos no benefician a Moscú, y que la histeria en torno a las mismas se azuzó para desviar la atención de su contenido, en particular de cómo el Partido Demócrata favoreció a Hillary Clinton en las elecciones primarias y buscó desacreditar a su principal rival, el senador Bernie Sanders.
EEUU sigue sin presentar pruebas de la presunta implicación de Rusia en los hackeos.