Los especialistas en ciberespionaje del Ejército alemán hackearon las redes internas de uno de los operadores afganos para encontrar una información sobre una miembro alemana de una misión humanitaria, y hasta hoy Bundeswehr desmintió esta información.
Después de que los especialistas lograron contactar la mujer alemana secuestrada, Berlín consiguió acordar su liberación por un rescate. Sin embargo, el Cuartel no estaba seguro de que pudiera confiar en los secuestradores y envió a Kabul sus fuerzas especiales por si acaso.
"En caso de que las negociaciones fallaran, las fuerzas especiales habrían tenido que liberar a la rehén por la fuerza. Este tipo de misiones en sí mismas se consideran peligrosas", dice la nota.
Los hackers alemanes tuvieron como objetivo localizar las conversaciones telefónicas y enterarse si los secuestradores y la rehén estaban en Kabul y se movían hacia el punto de encuentro donde iba a ser realizada la entrega.
Para conseguir la meta, los cibersoldados se hicieron con el acceso a la información sobre la ubicación de los secuestradores.
Hasta hoy el Gobierno alemán mantuvo en secreto su primera cibermisión. Según Der Spiegel, los expertos del Cuartel argumentaron la necesidad de esta operación porque estaba poco clara la situación jurídica.
Los expertos opinan que la primera misión del hackeo del Bundeswehr no puede ser considerada como ciberataque porque no ha causado daños al operador móvil.
"Por eso los expertos hablan de una 'penetración ofensiva'. Por consiguiente la discusión sobre ciberataques se ha renovado en el Ejército alemán ya que el motivo, de hecho, es significativo", concluye la nota.