El periódico señala que todos los sumergibles de la flota naval británica están equipados con ultramodernos sensores especiales.
El submarino Ambush se incorporó a la Armada del país en 2013, es el segundo de la clase. Desplaza 7.400 toneladas, está equipado con los sistemas tecnológicos más modernos, y su tripulación integra miembros de la élite de la flota submarina.
En 2014 el submarino realizó exitosos ejercicios navales y fue desplegado en el Atlántico.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido emitió un comunicado en el que indica que el submarino sufrió daños externos menores y que las autoridades están en contacto con los propietarios del buque mercante.