"Hoy la civilización vuelve a enfrentarse con la crueldad y la violencia, el terrorismo se ha convertido en una amenaza global, y nuestra obligación es combatir este mal", dijo.
"Las lecciones de la historia muestran que la paz no se establece por si sola en el planeta, que hay que estar alerta, que son inadmisibles los dobles raseros y una miope condescendencia con los que están tramando nuevos crímenes", insistió.
Asimismo, el mandatario aprovechó su intervención durante el desfile para felicitar a los conciudadanos por el Día de la Victoria.
"El 9 de mayo es una fiesta nacional a la vez que muy personal y familiar que se ha convertido en el símbolo de la sagrada unión de Rusia y su pueblo", destacó.
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Tras asistir al desfile en la Plaza Roja, el presidente Putin junto a su homólogo kazajo, Nursultán Nazarbáev, depositó una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido frente al muro del Kremlin.
En la ceremonia también participaron el primer ministro ruso Dmitri Medvédev, el titular de Defensa Serguéi Shoigu, los presidentes de ambas Cámaras del Parlamento ruso, Valentina Matvienko y Serguéi Narishkin, así como varios ministros kazajos.