"En las próximas conversaciones con la Alianza no dejaremos sin respuesta la influencia negativa del bloque sobre seguridad global y regional", dijo.
Antónov explicó que se refiere al despliegue de sistemas antimisiles estadounidenses en Europa, la región de Asia-Pacífico y "lo planes de instalarlos en Oriente Medio".
El viceministro ruso subrayó que a pesar de ello Moscú no se cierra a la cooperación con la Alianza Atlántica pero que esta no debe versar solo en torno a cuestiones que preocupan a la OTAN.