Según Ischinger, el peligro de un incremento de las tensiones se tornó especialmente evidente luego de que Turquía derribase el cazabombardero ruso.
"Tras el ataque vimos cuán grande es el peligro de un aumento de las tensiones entre la OTAN y Rusia, porque Turquía es un miembro de la Alianza", señaló.
Ischinger recordó que "ambas partes tienen miles de ojivas nucleares, y si contamos las no estratégicas, hasta decenas de miles".
El presidente de la Conferencia de Múnich señaló que el peligro de una escalada militar "no había vuelto a ser tan grande desde la época de la guerra fría como ahora".
"Imaginen que a modo de respuesta Rusia, también por error, derribase un avión estadounidense; hay que tomar en serio este problema", reflexionó el diplomático.
En ese sentido, el diplomático expresó su esperanza de que su evento sirva para avanzar en ese sentido.
"Confío que Munich pueda ser utilizado para iniciar el movimiento en esa dirección", afirmó.
Ischinger comentó que en la Alianza y sus socios existe la disposición de "hablar sobre la reactivación del Consejo Rusia-OTAN a nivel de embajadores en Bruselas".
"No sé si existen decisiones concretas, pero si este consejo, a modo de comisión de crisis, comienza a reunirse de nuevo y sus participantes a dialogar de modo regular, lo vería como una buena señal", dijo el funcionario.
El presidente de la Conferencia señaló que "sería magnífico si el Consejo Rusia-OTAN se reuniese en un futuro previsible al menos a nivel de ministros", añadió.
La Conferencia de Seguridad de Múnich, fundada en 1963, se considera como el evento más importante en su género. El primer fin de semana de febrero de cada año se reúnen en la capital de Baviera líderes internacionales en política de seguridad y defensa.
El Consejo Rusia-OTAN fue creado en 2002, la última reunión a nivel diplomático tuvo lugar en junio de 2014.
Desde entonces el diálogo entre la Alianza y Rusia está congelado debido al conflicto en Ucrania.
