"El avión de observación An-26 pertenece a la clase de aeronaves no equipadas con armas; tanto la nave como los sistemas de vigilancia fueron homologados por un equipo internacional integrado por especialistas rusos", indicó el oficial.
Las misiones en el marco del Tratado de Cielos Abiertos tienen por objetivo prevenir agresiones repentinas contra países vecinos y fomentar las medidas de confianza.
Firmado el 24 de marzo de 1992 en Helsinki, el documento autoriza a los observadores militares a obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
El tratado cuenta actualmente con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.