Los condilomas consisten en pequeñas verrugas que muchas veces ni siquiera se detectan, ya que crecen dentro de la piel.
Cuando empiezan a crecer y varios milímetros sobresalen de la superficie, empiezan a notarse diferentes protuberancias en la piel que continúan creciendo hasta convertirse en una gran verruga. La oncóloga explica a qué se debe este problema:
"Los condilomas aparecen al contraer el virus del papiloma humano (VPH), que es el mismo que provoca el cáncer de cuello de útero. La infección suele producirse al practicar sexo sin protección. El VPH puede estar presente durante años sin mostrar síntomas, pero a la mínima debilidad del sistema inmune aparece en esta forma", explica Smirnova en su cuenta de Instagram.
Eso no significa, no obstante, que tengamos que vivir con estas incómodas verrugas de por vida. De hecho, la doctora recomienda acudir al médico para eliminarlas:
"El método principal de tratamiento es la extracción por láser. Se aplica anestesia local y, en caso de tener pocos condilomas, el proceso dura menos de media hora", comenta la especialista. Eso sí, el tiempo de recuperación tras la extracción depende de lo desarrollado que estuviera el condiloma.