El galeno indicó que es bien sabido que las mascarillas pueden prevenir el contagio, pero su uso es necesario cuando hay un contacto directo con otras personas: "en locales cerrados, aulas, ascensores, durante el trabajo con enfermos".
"Cuando una persona simplemente va por la calle y no hay nadie que estornude por sus alrededores, no tiene ninguna utilidad desde el punto de vista médico", subrayó el profesor.
Lurie advirtió que el virus "no puede atacar por sí mismo" a una persona que se encuentra sola en un gimnasio o pasea por un parque, pues solo es capaz de transmitirse de una persona a otra "a una distancia menor de dos metros".
El médico señaló que los cirujanos se ponen mascarillas para realizar operaciones que duran horas, y eso no suele provocarles ninguna enfermedad.
Por otra parte, portar algo en la cara de manera permanente puede causar molestias psicológicas.
"Si en la calle eso molesta mucho cuando hace calor, y de cerca no acecha ningún peligro real, realmente puede ser suspendido el uso de mascarillas".
Lurie indicó que, en caso de peligro real de contagio, la mascarilla es indispensable.
A finales de mayo, el médico ruso Vladímir Záitsev afirmó que los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica no deben usar mascarillas, pues esa práctica les dificultaría aún más la respiración.