Son situaciones extremas que no se dan muy a menudo pero que existen. Son casos en el que el curso de la enfermedad COVID-19 llega a un punto de no retorno que produce la muerte. Una de las posibles causas es la tormenta de citocinas o citoquinas, como también son llamadas.
Estudios recientes sugieren que si se previene la tormenta de citoquinas, se podría controlar los síntomas más severos de COVID-19. Una de las citoquinas que gatilla la respuesta inmune exacerbada es la proteína del factor de necrosis tumoral (TNF, por su abreviatura en inglés), también la Interleucina-6.
"Son proteínas que al principio de una respuesta inmune están sobreexpresadas", indicó Mirazo. Se piensa que interferir en su desarrollo podría ser una opción terapéutica para controlar la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2: "si inhibo este TNF, podría evitar que la respuesta inmune ocurra".
Sin embargo, la hipótesis es "absolutamente teórica por ahora: hay pocos casos y tampoco está muy claro el efecto que puedan tener para prevenir un COVID-19 complicado por la tormenta de citoquinas", aclaró.
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Mirazo señaló otro punto a tener en cuenta que complejiza la situación: no siempre es el TNF ni la Interleucina-6 las que se multiplican sobremanera al principio de la respuesta inmune, "hay perfiles de cada paciente que lo hacen particular". Por ello, el virólogo advierte que "hay que tener cuidado" y hace hincapié en que "recién se está en fase de estudio. No está claro la asociación y beneficio de tratar estos casos con inhibidores TNF. Es una posibilidad, pero no está bien estudiado".
¿En qué consiste la terapia para inhibir el TNF?
Puede ser a través de anticuerpos que impiden que actúe, o con receptores solubles que circulan en sangre y "engañan" al TNF para que se le una, inhibiéndolo.
Recientemente se vio que algunos pacientes que estaban tratando su enfermedad autoinmune con inhibidores TNF y contrajeron COVID-19 evolucionaron favorablemente de forma más rápido respecto a otros pacientes en similares condiciones pero sin el tratamiento antiTNF.
"Eso alentó la posibilidad de que inhibidores podrían empezar a usarse para prevenir complicaciones de COVID-19 por tormenta de citoquinas", explicó.
"Se desconoce aún el efecto de las mutaciones del nuevo virus"
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A su vez, un estudio publicado en la revista científica The Lancet sugiere que la droga meptazinol, un analgésico opiáceo que se utiliza para dolores moderados y severos, podría sumarse o sustituir el tratamiento antiTNF para combatir la tormenta de citoquinas. ¿Por qué?
"Hacen falta estudios y ver un poco si la utilidad de esta droga es buena y puede ser efectivamente utilizada para controlar esa tormenta de citoquinas", advirtió.
La tormenta de citoquinas en casos con COVID-19
En el caso de los ancianos con COVID-19, lo que se propone que ocurre es que al tener un sistema inmune debilitado, no se puede controlar efectivamente la replicación del virus a nivel pulmonar, entonces el virus permanece replicándose y la respuesta inmune se potencia y dura más en el tiempo. Eso hace que a nivel pulmonar se genere una hiperinflamación y un daño pulmonar que es prácticamente irreversible, muchas veces siendo esta tormenta de citoquinas la falla pulmonar del paciente que lo conduce a la muerte.
Se cree que hay un reconocimiento no específico, y que es esa inespecificidad para encontrar la infección lo que podría generar una respuesta mayor del sistema inmune. Hay otros factores que inciden porque no afecta a todos los pacientes jóvenes tan seriamente, pero claramente es una de las posibles explicaciones.