Se trata del microbio unicelular denominado Microsporidia MB que forma esporas capaces de detener la expansión de la malaria sin perjudicar la existencia del mosquito.
Según los científicos del Centro Internacional de Fisiología y Ecología de Insectos (ICIPE) en Kenia y la Universidad de Glasgow, este descubrimiento hace deducir que si se aumenta la prevalencia del Microsporidia MB en las poblaciones locales de mosquitos, podría ser una buena manera de detener a la malaria sin tener que estropear el ecosistema.
"Aquí, caracterizamos a un microsporidio aparentemente no patógeno de las poblaciones de campo de Anopheles arabiensis [una especie de mosquito] en Kenia", escriben los investigadores.
Sin embargo, la idea de que un microbio de mosquito podría detener la transmisión de una enfermedad no es exactamente nueva. Las bacterias Wolbachia en las poblaciones de mosquitos han demostrado un potencial increíble para erradicar el dengue y otras infecciones transmitidas también por mosquitos.
Esta investigación se encuentra en sus primeras etapas. No obstante, el equipo ya descubrió que aquellos mosquitos tomados de los estudios de campo en Kenia con Microsporidia MB no tenían el parásito del paludismo. Incluso cuando dejaron que los mosquitos bebieran sangre infectada, los mosquitos con el Microsporidia MB tenían niveles reducidos de infección y no se detectaron señales de las esporas del parásito de la malaria.
En la próxima fase de la investigación se prevé analizar la dinámica del Microsporidia MB en grandes poblaciones de mosquitos.
Esta investigación considera que los resultados de estos estudios proporcionarán información clave que se utilizará para determinar cómo se puede diseminar los Microsporidia MB para el control de la malaria.