Gracias a tendencias complicadas y conflictivas, los precios de los aguacates han subido un 60% desde principios de marzo, mientras que la mantequilla está cayendo debido a la pérdida de demanda en los restaurantes.
Algunas de las nuevas tendencias podrían permanecer tras el fin de la pandemia, creen los expertos. Por ejemplo, mucha gente acaba de probar los alimentos envasados y puede sorprenderse al ver que la calidad de estos productos es bastante alta y decidir seguir comprándolos. Cocinar más en casa también podría continuar después de que abran los restaurantes.
Comida buena para la salud
Los aguacates son uno de los alimentos que han crecido en demanda y precio en las últimas semanas. Al entrar en vigor las medidas de cierre de cafés y restaurantes, los agricultores de México, el mayor productor de esta verdura, comenzaron a frenar las actividades de cosecha anticipando una caída en la demanda.
Las ventas al por menor de cítricos en EEUU aumentaron cerca del 50% en comparación con los niveles de principios de año en marzo. Eso puede tener que ver con el contenido de vitamina C en esta fruta, ya que los consumidores buscan estimular sus sistemas inmunológicos. El zumo de naranja también ha recuperado su popularidad perdida por el alto contenido de azúcar, recuerda la publicación.
En Asia, los consumidores están recurriendo a los remedios tradicionales para protegerse del virus, según la empresa de investigación de mercado Mintel. En Vietnam, la gente está comiendo más ajo negro y los indonesios se están abasteciendo de jamu, una medicina tradicional hecha de ingredientes naturales.
Comida reconfortante
Por otro lado, para mucha gente, comer se ha convertido en un escape del aburrimiento y el estrés en estos días. Los consumidores están comprando comestibles que habían estado evitando durante años, como tentempiés empaquetados.
Nestlé, la mayor empresa de alimentos y bebidas del mundo, reporta una altísima demanda de pizzas congeladas DiGiorno y fideos instantáneos Maggi. El consumo de bocadillos también está aumentando. Eso se debe tanto a que la gente está atrapada en casa, como a que pasan tanto tiempo frente a la televisión, donde se suele masticar algo, explica Bloomberg.
Los restaurantes son los perdedores
Mientras tanto, los restaurantes están quedando en quiebra y llevan a quiebra a muchos agricultores, por ejemplo, los que les suministran leche y productos de leche. La demanda para queso y mantequilla se ha detenido. Los futuros de la mantequilla en Chicago han caído a lo más bajo en una década y el queso también se ha estrellado.
"Hay una simplificación en marcha", comenta a Bloomberg Nicholas Fereday, analista de bienes de consumo de RaboResearch en Nueva York. Los alimentos empaquetados están "ciertamente más disponibles porque hay más producción y la gente va a recordar que cuando no quedaba nada para comer, estas compañías hacían las entregas".