Por los sonidos externos, el sueño profundo se convierte en algo intermitente e incluso imposible de alcanzar. Las consecuencias se reflejan en la salud, explicó el neurólogo Mikhail Tardov.
"Esto lleva a que el sueño no dé la oportunidad de descansar y, por el contrario, provoca un aumento de la somnolencia durante el día, lo que no solo deteriora la calidad de vida mientras se está despierto, sino que puede ser peligroso, especialmente para los choferes y las personas que trabajan con mecanismos de movimiento", explicó Tardov a la agencia de noticias municipal de Moscu.
"En el caso del sueño separado se disminuye la posibilidad de que uno de los cónyuges note una insuficiencia respiratoria en el sueño del segundo cónyuge y lo que puede ocurrir durante los ronquidos. En este caso, muchos problemas como la hipertensión arterial, dolores de cabeza matinales, trastornos nocturnos del ritmo cardíaco, disminución de la potencia y somnolencia diurna no encuentran explicación", advirtió el especialista.
El neurólogo recomienda que las personas que sufren de ronquidos acudan a su médico y se hagan un examen más profundo para verificar su estado de salud.